¿El aceite de pescado cura el hígado graso?
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La enfermedad del hígado graso es una afección común causada por la acumulación excesiva de grasa en las células hepáticas. Con el aumento de las tasas de obesidad, el hígado graso es cada vez más frecuente.
Índice:
- ¿Qué es la enfermedad del hígado graso?
- ¿Cómo puede ayudar el aceite de pescado al hígado graso?
- ¿Qué dice la investigación sobre el aceite de pescado para el hígado graso?
- Dosificación necesaria para el tratamiento del hígado graso
- El mejor tipo de aceite de pescado para la enfermedad del hígado graso
- Posibles efectos secundarios de las altas dosis de aceite de pescado
- Otras medidas del estilo de vida que pueden ayudar al hígado graso
- ¿Debo tomar aceite de pescado para el hígado graso?
El aceite de pescado aporta grasas omega-3 antiinflamatorias que pueden ayudar a reducir la grasa y los daños hepáticos. Pero, ¿pueden los suplementos ayudar realmente a curar o revertir la enfermedad del hígado graso?
A continuación analizaremos las pruebas sobre el uso del aceite de pescado para tratar la enfermedad del hígado graso no alcohólico y otros tipos de esteatosis hepática.
¿Qué es la enfermedad del hígado graso?
El hígado graso se produce cuando se acumula un exceso de triglicéridos y otras grasas en las células hepáticas. Esto hace que el hígado se agrande y desarrolle lesiones grasas.
Existen varios tipos de enfermedad del hígado graso:
- No alcohólica (NAFLD): El tipo más común que no se debe al consumo de alcohol. Vinculada a la obesidad, la diabetes y la mala alimentación.
- Alcohólica (AFLD): Causada por una ingesta excesiva de alcohol.
- Hígado graso agudo del embarazo: Afección poco frecuente durante el tercer trimestre del embarazo. Se resuelve después del parto.
La NAFLD abarca desde una leve acumulación de grasa hasta la inflamación y el daño hepático denominados esteatohepatitis no alcohólica (EHNA).
Con la obesidad alcanzando niveles epidémicos, la NAFLD afecta ya hasta al 25% de la población. Encontrar tratamientos eficaces es crucial.
¿Podría ser beneficiosa la suplementación con aceite de pescado para curar el hígado graso? Analicemos la investigación actual.
¿Cómo puede ayudar el aceite de pescado al hígado graso?
Los ácidos grasos omega-3 EPA y DHA que abundan en el aceite de pescado proporcionan varios efectos beneficiosos que pueden ayudar en la enfermedad del hígado graso:
- Reducir la grasa hepática - Los omega-3 ayudan a reducir la grasa hepática al potenciar la descomposición de las grasas e inhibir la producción de nuevos ácidos grasos en el hígado.
- Disminuyen la inflamación - Los omega-3 reducen potentemente las citoquinas inflamatorias que provocan inflamación y daños en el hígado.
- Mejorar la resistencia a la insulina - Los omega-3 pueden ayudar a invertir la resistencia a la insulina, un factor clave de la acumulación excesiva de grasa en el hígado.
- Protegen las células - El EPA y el DHA se incorporan a las membranas celulares de todo el organismo y protegen contra el daño oxidativo.
- Disminuye los triglicéridos - El aceite de pescado reduce de forma excelente los niveles de triglicéridos circulantes en sangre, lo que puede disminuir la llegada de grasa al hígado.
A través de estos mecanismos, una ingesta suficiente de omega-3 puede ayudar a aliviar los síntomas, invertir la esteatosis y prevenir la progresión a un daño hepático irreversible.
¿Qué dice la investigación sobre el aceite de pescado para el hígado graso?
Numerosos ensayos en humanos han analizado el impacto de la suplementación con aceite de pescado en la enfermedad del hígado graso no alcohólico. He aquí un resumen de los hallazgos:
- Reducción de la grasa hepática - La mayoría de los estudios muestran una disminución significativa del contenido de grasa hepática con el consumo de aceite de pescado. Un metaanálisis halló una reducción media del 29% de la grasa hepática.
- Mejora de la salud del hígado - Se ha comprobado sistemáticamente que el aceite de pescado mejora los marcadores clave de la función y la salud del hígado, como las enzimas ALT y AST.
- Menos inflamación - Los omega-3 reducen las citoquinas inflamatorias como el TNF-alfa y la IL-6 que impulsan la inflamación del hígado y el desarrollo de la EHNA.
- Mejora del metabolismo de las grasas - El aceite de pescado mejora la oxidación de los ácidos grasos, el transporte y reduce la lipogénesis para mejorar el metabolismo desregulado de las grasas hepáticas.
- Mejor sensibilidad a la insulina - Muchos estudios informan de una mejora de la sensibilidad a la insulina con el tratamiento con aceite de pescado, lo que ayuda a invertir la progresión de la NAFLD.
Sin embargo, unos pocos estudios muestran efectos menores o ningún efecto significativo. Aún se necesita más investigación, pero el aceite de pescado parece un tratamiento suplementario prometedor para mejorar el hígado graso.
Dosificación necesaria para el tratamiento del hígado graso
Los ensayos en humanos utilizan dosis variables de aceite de pescado para la enfermedad del hígado graso no alcohólico:
- Dosis mínima eficaz - Al menos 2-3 gramos de EPA/DHA combinados al día.
- Dosis óptima - Los estudios que mostraron las mayores reducciones de grasa hepática e inflamación utilizaron 3-4 gramos de EPA/DHA combinados al día.
- Dosis máxima tolerada - Las dosis de hasta 5 gramos diarios se toleran bien, pero cantidades superiores pueden aumentar los efectos secundarios intestinales.
Hable siempre con su hepatólogo, pero el punto óptimo parece ser de 3 a 4 gramos de EPA/DHA total al día procedentes de cápsulas de aceite de pescado de alta calidad.
Es probable que se necesiten dosis más altas para alterar el metabolismo de la grasa hepática en comparación con los 1-2 gramos que se toman habitualmente para el bienestar general.
El mejor tipo de aceite de pescado para la enfermedad del hígado graso
Para tratar el hígado graso, el mejor aceite de pescado le proporcionará:
- Altos niveles de EPA - La mayoría de los estudios utilizan al menos un 60% de omega-3 de EPA en lugar de DHA. El EPA tiene propiedades antiinflamatorias más potentes.
- Forma triglicérida - Los aceites de pescado triglicéridos tienen una biodisponibilidad óptima y se parecen a los aceites de pescado naturales. Se asimilan mejor en las membranas celulares.
- Recubrimiento entérico - Las altas dosis requeridas pueden causar molestias estomacales. El recubrimiento entérico ayuda a minimizar los problemas gastrointestinales.
- Garantía de pureza - Busque aceites verificados por IFOS o GOED para garantizar su seguridad y eficacia en altas ingestas.
Busque siempre aceite de pescado analizado por terceros para detectar contaminantes como metales pesados, PCB y dioxinas. Las dosis terapéuticas requieren aceites ultra purificados.
Posibles efectos secundarios de las altas dosis de aceite de pescado
Cuando se toma según las recomendaciones, una dosis alta de aceite de pescado suele ser muy segura. Sin embargo, los efectos secundarios potenciales pueden incluir:
- Sabor a pescado/burbujas
- Molestias gastrointestinales como diarrea
- Heces blandas
- Aumento de hematomas o hemorragias nasales (poco frecuente)
Para ayudar a minimizar los efectos secundarios:
- Tome aceite de pescado con las comidas
- Dividir la dosis en 2-3 raciones al día
- Empiece despacio y vaya aumentando las dosis
- Utilice cápsulas con recubrimiento entérico
- Aumente la ingesta de agua si las heces se vuelven blandas
Un consumo muy elevado también puede contribuir al riesgo de hemorragias, sobre todo si se combina con otros medicamentos anticoagulantes o suplementos. Consulte a su médico sobre el control de la coagulación si toma anticoagulantes.
Por lo demás, los efectos secundarios del aceite de pescado suelen ser leves en las dosis utilizadas para la enfermedad del hígado graso. Los beneficios parecen superar los riesgos potenciales.
Otras medidas del estilo de vida que pueden ayudar al hígado graso
Aunque el aceite de pescado debe tenerse en cuenta, la mejora del hígado graso requiere medidas integrales en el estilo de vida:
- Pérdida de peso - La reducción gradual de peso es clave para la NAFLD. Intente perder entre un 3 y un 5% del peso corporal a un ritmo moderado mediante dieta y ejercicio.
- Dieta de estilo mediterráneo - Haga hincapié en los alimentos vegetales, las grasas saludables, el pescado, las verduras y limite el azúcar y los carbohidratos refinados.
- Ejercicio - Una actividad diaria moderada ayuda a mejorar la sensibilidad a la insulina y contribuye a la pérdida de peso.
- Control del azúcar en sangre - Trabaje con su médico para mantener los niveles de glucosa en sangre en ayunas y de HbA1c en un rango saludable si es diabético.
- Control del estrés - El estrés crónico puede empeorar la NAFLD. Pruebe técnicas de relajación y duerma lo suficiente.
- Eviteel alcohol - Cualquier cantidad de alcohol puede empeorar la ALDH o conducir a una mala alimentación. Céntrese en la optimización, la curación del hígado y en evitar por completo el alcohol.
Un enfoque integrador que combine las medidas de estilo de vida mencionadas, la suplementación con aceite de pescado y la atención médica proporciona las mejores probabilidades de detener la progresión de la enfermedad del hígado graso y de apoyar la salud del hígado.
¿Debo tomar aceite de pescado para el hígado graso?
En resumen, las nuevas investigaciones sugieren que el aceite de pescado rico en omega-3 puede ser un tratamiento complementario útil para mejorar la enfermedad del hígado graso no alcohólico.
Beneficios como la disminución de la grasa hepática, la reducción de la inflamación, el aumento de la sensibilidad a la insulina y la mejora de las enzimas hepáticas han quedado demostrados en múltiples ensayos en humanos.
Para obtener unos efectos óptimos, procure tomar al menos 3-4 gramos diarios de EPA/DHA combinados de una cápsula de aceite de pescado de calidad. Mejorar otros factores del estilo de vida también sigue siendo crucial.
Hable siempre primero con su médico, pero añadir un aceite de pescado en dosis terapéuticas a su régimen parece ser un acierto si busca aliviar la enfermedad del hígado graso.