¿Puede la CoQ10 revertir el hígado graso?
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La enfermedad del hígado graso es una preocupación sanitaria creciente que afecta a millones de personas en todo el mundo. También conocida como esteatosis hepática, el hígado graso se produce cuando se acumula demasiada grasa en las células del hígado. Aunque el abuso del alcohol es una causa común, la enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD) debida a una dieta inadecuada y a la falta de ejercicio representa actualmente la mayoría de los casos. Si no se trata, el hígado graso puede evolucionar a daños hepáticos más graves y cirrosis. Encontrar formas de revertir el hígado graso se ha convertido en un objetivo importante. La coenzima Q10 (CoQ10) muestra un potencial prometedor como tratamiento natural. A continuación le presentamos un análisis en profundidad de la investigación sobre el uso de la CoQ10 para revertir la enfermedad del hígado graso.
Índice:
- ¿Qué causa la enfermedad del hígado graso?
- Etapas de la enfermedad del hígado graso
- Signos y síntomas del hígado graso
- Diagnóstico del hígado graso
- Utilizar la CoQ10 para revertir el hígado graso
- La CoQ10 protege el hígado contra el estrés oxidativo
- La CoQ10 reduce la inflamación y la fibrosis hepáticas
- Investigación clínica sobre la CoQ10 y el hígado graso
- Suplementos de CoQ10 para el hígado graso
- Los cambios en el estilo de vida también son fundamentales
- ¿Puede la CoQ10 revertir el hígado graso? Conclusión
- Recursos utilizados para escribir este artículo
¿Qué causa la enfermedad del hígado graso?
El hígado realiza más de 500 funciones vitales, entre ellas metabolizar las grasas. Normalmente, la grasa constituye alrededor del 5-10% del peso del hígado. El hígado graso se produce cuando la grasa representa más del 5-10% del peso total del hígado. Varios factores pueden provocar la acumulación de grasa en las células hepáticas:
- Dieta rica en carbohidratos refinados y azúcar - El azúcar fructosa de los refrescos, dulces y productos horneados favorece el hígado graso. La típica dieta occidental contiene demasiados carbohidratos refinados y azúcar que se convierten en grasa.
- Resistencia a la insulina - Esta afección prediabética dificulta al organismo el control del azúcar en sangre y el almacenamiento de grasa. La resistencia a la insulina favorece la acumulación excesiva de grasa en el hígado.
- Obesidad - El sobrepeso o la obesidad aumentan el riesgo de padecer la enfermedad del hígado graso. La grasa corporal, especialmente alrededor del abdomen, tiene más probabilidades de acumularse en forma de grasa en el hígado.
- Genética - Algunos factores genéticos hacen que ciertas personas sean más propensas a desarrollar un hígado graso. El origen étnico también puede influir.
- Medicamentos - Algunos medicamentos recetados, como los corticosteroides y los estrógenos sintéticos, pueden causar hígado graso como efecto secundario.
Si no se controlan, estos factores pueden hacer que la grasa se acumule gradualmente en las células hepáticas y provocar inflamación y daños en el hígado. El estrés oxidativo también desempeña un papel importante en la progresión de la enfermedad del hígado graso.
Etapas de la enfermedad del hígado graso
Existen dos tipos principales de enfermedad del hígado graso:
Enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHGNA)
Es el tipo más común no relacionado con el consumo de alcohol. Se desarrolla a partir de la resistencia a la insulina y una dieta rica en grasas y azúcares. La NAFLD se presenta en cuatro etapas principales:
- Hígado graso simple: la grasa del hígado supera el 5-10% del tejido sin inflamación ni daño hepático. Suele ser reversible con cambios en el estilo de vida.
- Esteatohepatitis no alcohólica (EHNA) - Comienza la inflamación y el daño hepático. Puede progresar a cirrosis.
- Fibrosis - El exceso de fibras de colágeno se acumula por la lesión hepática, dando lugar a tejido cicatricial.
- Cirrosis - La cicatrización grave e irreversible deteriora la función hepática. Puede provocar cáncer o insuficiencia hepática.
Enfermedad alcohólica del hígado graso
Causado por el consumo excesivo de alcohol, este tipo también sigue las mismas cuatro etapas, desde el hígado graso simple hasta la cirrosis. Los dos tipos tienen tratamientos similares, pero la abstinencia de alcohol también es necesaria para la versión alcohólica.
Signos y síntomas del hígado graso
En las primeras fases, la enfermedad del hígado graso no suele producir signos ni síntomas. A medida que avanza, puede causar:
- Fatiga y debilidad
- Pérdida de apetito y pérdida de peso
- Náuseas o molestias abdominales
- Hígado agrandado
- Ictericia
- Hinchazón abdominal por retención de líquidos
Sin embargo, muchas personas no experimentan ningún síntoma manifiesto hasta que se produce un daño hepático irreversible. Por eso es importante ser diagnosticado en las primeras fases para evitar la progresión.
Diagnóstico del hígado graso
El hígado graso puede sospecharse basándose en factores de riesgo como la obesidad, la diabetes, el colesterol alto o antecedentes de abuso de alcohol. Pero otras pruebas pueden confirmar el diagnóstico:
- Imagen: una ecografía abdominal, un TAC o una resonancia magnética pueden identificar la grasa en el hígado.
- Análisis de sangre - Los análisis de enzimas hepáticas revelan una elevación de las enzimas ALT y AST, lo que indica inflamación hepática. Pero las enzimas hepáticas pueden ser normales en la fase inicial del hígado graso.
- FibroScan - Utiliza ondas ultrasónicas para medir la rigidez del hígado que indica la presencia de cicatrices. Ayuda a identificar la fibrosis avanzada y la cirrosis.
- Biopsia hepática - El patrón oro para el diagnóstico. Toma una muestra de tejido para evaluar la cantidad de grasa y fibrosis presentes bajo el microscopio. Pero la biopsia es invasiva y no siempre es necesaria.
Una vez diagnosticada, abordar las posibles causas subyacentes con dieta, ejercicio, control de la diabetes o abstinencia de alcohol puede ser útil. Pero los tratamientos adicionales también pueden ayudar a revertir la grasa y el daño hepáticos existentes.
Utilizar la CoQ10 para revertir el hígado graso
¿Podría la ingesta de suplementos de coenzima Q10 ayudar a revertir la enfermedad del hígado graso? Las investigaciones emergentes sugieren que podría debido a sus potentes propiedades antioxidantes.
¿Qué es la CoQ10?
- La CoQ10 (coenzima Q10) es un compuesto similar a las vitaminas que se produce de forma natural en el organismo para generar energía en las células.
- Actúa como un potente antioxidante para neutralizar el daño oxidativo, especialmente en las mitocondrias y las membranas celulares.
- Las fuentes alimentarias incluyen la carne, el pescado, los frutos secos, las semillas y los aceites. Pero la producción de CoQ10 disminuye con la edad.
- Los suplementos de CoQ10 ayudan a mantener unos niveles óptimos en el organismo. El ubiquinol es la forma más biodisponible y fácil de absorber.
Entonces, ¿cómo puede ayudar el aumento de CoQ10 a tratar la enfermedad del hígado graso? Examinemos las pruebas.
La CoQ10 protege el hígado contra el estrés oxidativo
Un factor importante en el desarrollo y la progresión del hígado graso es el estrés oxidativo. Éste se produce cuando las especies reactivas del oxígeno (ERO) inestables desbordan las defensas antioxidantes del organismo.
Demasiados ROS crean un daño oxidativo excesivo en las membranas celulares, las proteínas y el ADN. Las mitocondrias, donde las células producen energía, son especialmente vulnerables.
El hígado utiliza un sistema antioxidante interno con compuestos como el glutatión para controlar las ERO y proteger sus células. Pero el aumento del estrés oxidativo provocado por una dieta rica en grasas, la obesidad y el alcohol agota los niveles de glutatión.
Esto permite que el daño por ROS se descontrole. Desencadena la inflamación, la muerte de las células hepáticas y la fibrosis. Restaurar el glutatión y los antioxidantes en el hígado es crucial para reducir este estrés oxidativo.
Aquí es donde entra en juego la CoQ10. La CoQ10 es un potente antioxidante que se concentra en las membranas celulares. Ayuda a inhibir la peroxidación lipídica, protegiendo la integridad de las membranas. También ayuda a reciclar y regenerar otros antioxidantes como la vitamina E.
La CoQ10 puede favorecer la producción de glutatión y proteger la función mitocondrial. Esto ayuda a controlar las ERO y el estrés oxidativo para proteger las células hepáticas de los daños.
La CoQ10 reduce la inflamación y la fibrosis hepáticas
El exceso de ROS también activa compuestos inflamatorios que reclutan células inmunitarias hacia el hígado. Esta inflamación crónica de bajo grado es uno de los principales impulsores del empeoramiento de la enfermedad del hígado graso.
La inflamación incontrolada del hígado provoca la muerte de los hepatocitos cargados de grasa. Para reparar este daño, las células estrelladas especializadas del hígado se activan.
La activación de las células estrelladas desencadena una producción excesiva de colágeno, lo que conduce a la acumulación de tejido cicatricial o fibrosis en el hígado. La fibrosis deteriora la función hepática y puede progresar a cirrosis.
Los estudios demuestran que la CoQ10 ayuda a suprimir la inflamación crónica inhibiendo las citoquinas inflamatorias y la activación de la vía NF-kB. La CoQ10 también ayuda a desactivar las células estrelladas para reducir la fibrosis.
Al controlar el estrés oxidativo, la CoQ10 ayuda a detener esta cascada inflamatoria y el desarrollo de la fibrosis hepática.
Investigación clínica sobre la CoQ10 y el hígado graso
Las primeras investigaciones en animales y los estudios clínicos en humanos indican que la suplementación con CoQ10 puede mejorar los marcadores clave de la enfermedad del hígado graso.
Algunas de las principales conclusiones son:
- Revierte la disfunción mitocondrial y el estrés oxidativo
- Reduce la acumulación de grasa y la inflamación de las células hepáticas
- Reduce los niveles elevados de enzimas hepáticas AST y ALT
- Mejora la función hepática y las puntuaciones de fibrosis
- Ayuda a perder peso y a reducir el perímetro de la cintura
- Mejores resultados cuando se combina con vitamina E
Aunque aún se necesita más investigación, las pruebas actuales sugieren que la CoQ10 beneficia la salud del hígado al:
- Impulsar la producción de energía mitocondrial
- Actúa como un potente antioxidante liposoluble
- Apoyo a las vías de desintoxicación del hígado
- Proteger las membranas de las células hepáticas de la peroxidación
- Supresión de las citoquinas inflamatorias y la fibrosis
Para las personas con obesidad, diabetes o síndrome metabólico, la CoQ10 puede tener efectos protectores contra el desarrollo de un hígado graso. También puede ayudar a invertir la esteatosis y reducir la progresión de la fibrosis cuando se combina con dieta y ejercicio.
Sin embargo, no está claro si la CoQ10 por sí sola puede resolver la cirrosis NASH avanzada confirmada sin otros tratamientos médicos. Se están realizando más estudios para verificar la eficacia y la dosis óptima.
Suplementos de CoQ10 para el hígado graso
Al elegir un suplemento de CoQ10, la forma y la dosis son importantes:
- Ubiquinol - Esta versión reducida se absorbe hasta 8 veces mejor que la CoQ10 normal. Busque la forma activa de ubiquinol.
- Cápsulas líquidas - La cápsula a base de aceite ayuda a absorber la CoQ10 liposoluble. Evite las cápsulas de polvo seco.
- Divida las dosis - Tome 100-200 mg divididos en 2-3 dosis más pequeñas para una mejor absorción.
- Tómelo con una comida - Coma una comida con algo de grasa saludable para ayudar a la absorción de la CoQ10.
- Elija marcas de calidad - Marcas probadas como Qunol, Nature Made y Doctor's Best garantizan su potencia.
Hable con su médico antes de tomar CoQ10 si ya está tomando medicación o tiene problemas de salud subyacentes. El análisis de los niveles de CoQ10 también puede ayudar a orientar una dosificación eficaz.
Los cambios en el estilo de vida también son fundamentales
Tomar suplementos de CoQ10 por sí solo no resolverá por completo la enfermedad del hígado graso. También es esencial realizar cambios en la dieta y el estilo de vida:
- Siga una dieta de desintoxicación hepática saludable en general - Coma más proteínas magras, frutas, verduras, frutos secos, semillas y grasas saludables. Evite los carbohidratos procesados, los azúcares añadidos y las grasas trans.
- Limite la fructosa y los alimentos de alto índice glucémico - El jarabe de maíz con alto contenido en fructosa, los cereales refinados y los dulces favorecen la acumulación de grasa en el hígado.
- Aumente el ejercicio - Intente hacer 150 minutos a la semana como mínimo para ayudar a reducir la resistencia a la insulina, promover la pérdida de peso y disminuir la inflamación.
- Adelgace si tiene sobrepeso - Una pérdida de peso gradual del 3-5% mejora la esteatosis. Pruebe el ayuno intermitente para obtener mayores beneficios.
- Controle la diabetes si la padece - Controle de cerca los niveles de azúcar en sangre para ayudar a revertir la enfermedad del hígado graso.
- Elimine el alcohol - Interrumpa todo consumo de alcohol si presenta hígado graso alcohólico. Limite a 1 bebida diaria como máximo para otras causas.
- Reduzca la medicación si es posible - Comente con su médico alternativas a los fármacos que puedan estar causando el hígado graso.
Hacer que la CoQ10 forme parte de un plan integral de tratamiento del hígado graso ofrece las mejores posibilidades de éxito.
¿Puede la CoQ10 revertir el hígado graso? Conclusión
Las pruebas actuales indican que la CoQ10 puede ser beneficiosa tanto para la prevención como para el tratamiento de la enfermedad del hígado graso:
- Como potente antioxidante y antiinflamatorio, la CoQ10 reduce el estrés oxidativo y el daño de las células hepáticas.
- La CoQ10 ayuda a restaurar la función mitocondrial, mejora el metabolismo de las grasas y protege las células hepáticas.
- Los estudios clínicos demuestran que la suplementación con CoQ10 puede disminuir las enzimas hepáticas, el contenido de grasa y la fibrosis.
- La CoQ10 es segura, bien tolerada y actúa de forma sinérgica cuando se combina con la vitamina E.
- Tomar CoQ10 puede ayudar a revertir los cambios del hígado graso, especialmente en el caso de causas de NAFLD como la obesidad y la diabetes.
Sin embargo, aún se necesitan más ensayos clínicos para establecer la eficacia de la CoQ10. Hable con su médico antes de empezar a tomar suplementos.
Aumentar los niveles de CoQ10 de su organismo con un suplemento de calidad proporciona otra arma en la lucha contra la enfermedad del hígado graso progresiva. Junto con los cambios en el estilo de vida, la CoQ10 puede ayudar a restablecer la salud y el funcionamiento del hígado.
Recursos utilizados para escribir este artículo
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