Por qué el ejercicio es tan bueno para la salud
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Hacer ejercicio. Es algo que todos sabemos que deberíamos hacer más, pero encontrar la motivación puede ser difícil. Especialmente cuando está compaginando el trabajo, la familia y otras responsabilidades.
Índice:
- El ejercicio mantiene a raya las principales enfermedades
- El ejercicio aumenta sus niveles de energía
- El ejercicio puede mejorar su estado de ánimo y reducir la ansiedad
- El ejercicio mantiene su cerebro ágil
- El ejercicio le ayuda a dormir mejor
- El ejercicio favorece su sistema inmunológico
- El ejercicio le ayuda a controlar su peso
- El ejercicio fortalece sus huesos y músculos
- Para llevar
Pero lo cierto es que dedicar tiempo al ejercicio proporciona enormes beneficios tanto para su salud física como mental. Desde reducir el riesgo de padecer enfermedades crónicas hasta agudizar su capacidad de razonamiento, el ejercicio puede transformar su salud de muchas maneras positivas.
He aquí las principales razones por las que el ejercicio es tan bueno para usted, y cómo mantenerse activo puede mejorar significativamente su bienestar general.
El ejercicio mantiene a raya las principales enfermedades
El ejercicio ayuda a prevenir y controlar muchas enfermedades crónicas. De hecho, la actividad física regular es tan eficaz como la medicación para muchas afecciones.
¿Qué tipos de enfermedades puede ayudar a prevenir el ejercicio? La lista es extensa.
La actividad física reduce el riesgo de:
- Cardiopatías
- Apoplejía
- Diabetes tipo 2
- Obesidad
- Ciertos tipos de cáncer como el de mama, colon y pulmón
¿Cómo produce el ejercicio estos beneficios?
El ejercicio ayuda a controlar la presión arterial, los niveles de colesterol, el azúcar en sangre y el peso corporal. También aumenta su colesterol "bueno" HDL. Todos estos factores reducen su riesgo de padecer enfermedades crónicas.
El ejercicio también ayuda a mejorar la circulación y aumenta la capacidad de su corazón para bombear sangre de forma más eficaz por todo el cuerpo. Un sistema cardiovascular más fuerte hace que su corazón lata más despacio en reposo.
Además, estar activo estimula la liberación de ciertas hormonas en su cuerpo que tienen efectos antiinflamatorios. La inflamación crónica está relacionada con la mayoría de las enfermedades, por lo que esto puede proteger su cuerpo de muchas afecciones.
En pocas palabras, la actividad física es una de las mejores medicinas preventivas que existen. Tan sólo 150 minutos de actividad moderada a la semana pueden reducir significativamente el riesgo de padecer enfermedades crónicas.
El ejercicio aumenta sus niveles de energía
¿Alguna vez se ha sentido completamente agotado al final de una larga jornada laboral? Tal vez apenas pueda arrastrarse del sofá algunas tardes. Definitivamente, la falta de ejercicio puede causar bajos niveles de energía.
He aquí por qué: cuando está inactivo, circulan menos sangre y oxígeno por sus tejidos. Esto deja a sus músculos privados de oxígeno y a sus reservas generales de energía agotadas.
La actividad física es el mejor remedio para aumentar la energía. El ejercicio aporta oxígeno y nutrientes a sus tejidos y ayuda a que su sistema cardiovascular funcione con mayor eficacia.
Mantenerse activo de forma regular también fortalece su músculo cardiaco para que pueda bombear más sangre con cada latido. Esto mejora el flujo sanguíneo y el suministro de oxígeno por todo su cuerpo, proporcionándole un efecto energizante.
La mayoría de las personas afirman tener mucha más energía cuando hacen ejercicio con regularidad, aunque sólo sea durante 30 minutos al día. La actividad física puede ser una cura para la fatiga y hacerle sentir más alerta.
Así que si se siente constantemente cansado y perezoso, póngase en movimiento. El ejercicio es un potenciador de energía natural y saludable.
El ejercicio puede mejorar su estado de ánimo y reducir la ansiedad
¿Necesita levantar el ánimo o aliviar el estrés al instante? Salga a caminar, nade, monte en bicicleta o ponga un vídeo de ejercicios. Mantenerse activo puede dar un impulso inmediato a su estado de ánimo.
¿Por qué el ejercicio tiene este efecto? La actividad física estimula la liberación de endorfinas, sustancias químicas en su cerebro que elevan su estado de ánimo. Las endorfinas también actúan como analgésicos naturales.
Además, el ejercicio reduce los niveles de cortisol, la hormona del estrés. En niveles saludables, el cortisol no es necesariamente malo. Pero el estrés crónico puede hacer que el cortisol se mantenga elevado, lo que puede dañar su salud de varias maneras.
La actividad física es un tratamiento probado para la ansiedad. Los estudios demuestran que el ejercicio puede ser tan eficaz como la medicación para reducir los síntomas.
Estas son algunas de las formas en que el ejercicio regular ayuda a aliviar la ansiedad:
- Sirve como distracción de los pensamientos preocupantes.
- Aumenta la confianza a medida que mejora su forma física.
- Reduce la tensión muscular que suele acompañar a la ansiedad.
- Mejora el sueño y la autoestima.
Así que si se siente decaído o demasiado preocupado, póngase en movimiento. Un entrenamiento rápido puede proporcionarle un estímulo mental inmediato.
El ejercicio mantiene su cerebro ágil
¿Quiere potenciar sus habilidades de pensamiento y memoria? Haga del ejercicio un hábito. La actividad física tiene un efecto profundo y beneficioso sobre su función cerebral.
Éstas son algunas de las formas en que el ejercicio regular mejora su agudeza mental:
- Aumenta el flujo sanguíneo al cerebro, suministrando más oxígeno y nutrientes. Esto estimula el crecimiento de nuevas células cerebrales.
- Estimula la liberación de factores de crecimiento químicos que ayudan al crecimiento de las células cerebrales.
- Eleva los niveles de las sustancias químicas cerebrales implicadas en el aprendizaje y la memoria.
- Reduce el riesgo de pérdida de tejido cerebral relacionada con la edad.
Los estudios demuestran que el ejercicio aeróbico puede mejorar significativamente la concentración, la planificación, el razonamiento y la memoria, e incluso invertir el declive de la función cognitiva relacionado con la edad.
El ejercicio mejora las conexiones entre las células cerebrales llamadas sinapsis. Unas sinapsis más fuertes permiten una señalización nerviosa más rápida y eficaz.
La actividad física también activa los genes implicados en la producción de dopamina, serotonina y otros neurotransmisores que regulan el estado de ánimo y los procesos de pensamiento.
Así que si quiere potenciar sus capacidades mentales, dedique tiempo al ejercicio. Incluso los entrenamientos cortos e intensos pueden agudizar las habilidades de pensamiento.
El ejercicio le ayuda a dormir mejor
¿Tiene regularmente problemas para conciliar el sueño o para permanecer dormido? No está solo. Alrededor de 50-70 millones de adultos estadounidenses sufren trastornos del sueño.
La falta de ejercicio es uno de los factores que pueden interferir en la calidad del sueño. Los hábitos sedentarios conducen a un sueño deficiente de varias maneras:
- Producen niveles más altos de cortisol, la hormona del estrés, que altera el sueño.
- Provocan inflexibilidad, tensión muscular y respiración restringida, interfiriendo también con el sueño.
- Provocan un descenso de la temperatura corporal, lo que favorece la somnolencia.
Por el contrario, el ejercicio regular ayuda a normalizar sus patrones de sueño. He aquí cómo:
- Eleva ligeramente la temperatura corporal, lo que provoca somnolencia varias horas después.
- Reduce la ansiedad y disminuye los niveles de cortisol que interfieren con el sueño.
- Favorece un sueño REM profundo y reparador.
- Mejora los patrones respiratorios, lo que se traduce en un mejor sueño.
Intente realizar entre 20 y 30 minutos de actividad moderada al día para obtener unos beneficios óptimos para el sueño. Pero incluso un entrenamiento breve es mejor que ninguno.
¡El ejercicio es una medicina saludable contra el insomnio!
El ejercicio favorece su sistema inmunológico
¿Ha notado alguna vez que tiende a coger menos resfriados cuando hace ejercicio con regularidad? Eso se debe a que la actividad física da un impulso a su sistema inmunológico.
Estar inactivo está relacionado con un mayor riesgo de infecciones. La falta de ejercicio puede perjudicar la función inmunitaria de varias maneras:
- El resultado es un menor número de células asesinas naturales que destruyen los virus.
- Reduce los anticuerpos y los linfocitos (glóbulos blancos).
- Provoca inflamación, lo que puede suprimir la inmunidad.
Por el contrario, el ejercicio moderado regular favorece la salud del sistema inmunológico. He aquí algunos de sus beneficios:
- Aumenta la circulación, lo que favorece el desplazamiento de las células inmunitarias por su organismo.
- Reduce la inflamación crónica.
- Elimina las bacterias de las vías respiratorias y los pulmones.
- Provoca cambios positivos en los anticuerpos y los glóbulos blancos.
Un sistema inmunológico más fuerte significa que contraerá menos resfriados, virus y otros bichos. Así que si quiere evitar las enfermedades estacionales, siga haciendo ejercicio.
Pero no se exceda. El ejercicio muy prolongado o intenso puede suprimir temporalmente la inmunidad. La moderación es la clave.
El ejercicio le ayuda a controlar su peso
¿Quiere perder unos kilos? El ejercicio debe formar parte de su estrategia de pérdida de peso. La actividad física es una forma poderosa de quemar calorías extra y recortar el exceso de grasa corporal.
Para perder peso, necesita quemar más calorías de las que consume. El ejercicio regular facilita el mantenimiento de un déficit calórico.
Estas son algunas de las formas en las que el ejercicio ayuda a controlar el peso:
- Quema calorías, lo que conlleva una pérdida de peso con el tiempo. Treinta minutos de marcha rápida queman entre 200 y 300 calorías.
- Reduce las señales de apetito en el cerebro, frenando el comer en exceso.
- Construye masa muscular que revoluciona el metabolismo. El músculo quema más calorías que la grasa.
- Reduce la grasa corporal estimulando la descomposición de las grasas.
- Reduce la inflamación crónica vinculada a la obesidad.
Para obtener los mejores resultados, combine el ejercicio con una alimentación sana. Céntrese en alimentos integrales y mínimamente procesados y reduzca el azúcar y los carbohidratos refinados.
Aparte de la pérdida de peso, el ejercicio proporciona muchos otros beneficios relacionados con la obesidad. La actividad física reduce la presión arterial, la resistencia a la insulina, los triglicéridos y otros factores de riesgo de enfermedades cardiacas agravadas por el exceso de peso.
El ejercicio fortalece sus huesos y músculos
A estas alturas está claro que el ejercicio proporciona beneficios para la salud de todo el cuerpo. También es una de las formas más eficaces de fortalecer su sistema musculoesquelético.
La actividad física regular es esencial para construir y mantener unos músculos y huesos fuertes. He aquí algunos de los principales beneficios:
- Estimula el crecimiento de nuevo tejido óseo, mejorando la resistencia de los huesos.
- Aumenta la masa muscular y preserva la fuerza a medida que envejece.
- Reduce la pérdida muscular relacionada con la edad denominada sarcopenia.
- Previene la osteoporosis al aumentar la densidad ósea.
- Mejora el equilibrio, la movilidad y la agilidad, reduciendo el riesgo de lesiones.
Para mejorar la salud de los huesos, los ejercicios de carga y resistencia son los más eficaces. Pruebe actividades como caminar, correr, jugar al tenis o hacer ejercicios de fuerza.
Intente realizar al menos 30 minutos de actividad moderada al día. O divídalo en unas cuantas sesiones de 10 minutos si le resulta más fácil encajarlo en su día.
Además, unos músculos y huesos más fuertes facilitan actividades cotidianas como levantarse de una silla o levantar la compra.
Para llevar
El ejercicio regular proporciona beneficios asombrosos tanto para la salud física como mental. Reduce el riesgo de padecer enfermedades crónicas, aumenta la energía y el estado de ánimo, agudiza la capacidad de pensar, ayuda a dormir mejor, favorece la inmunidad, ayuda a controlar el peso y fortalece los huesos y los músculos.
Propóngase 150 minutos semanales de actividad moderada, como caminar a paso ligero. O 75 minutos semanales de ejercicio vigoroso como correr.
Incluso pequeñas cantidades de ejercicio son beneficiosas si usted es mayoritariamente sedentario. Vaya subiendo poco a poco y céntrese en encontrar actividades que le gusten.
Las mejoras en la salud bien merecen convertir el ejercicio en un hábito para toda la vida.