¿Cuáles son los diferentes tipos de cannabinoides?
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Durante una conversación o una búsqueda en internet sobre cannabis es probable que aparezcan dos cannabinoides: el THC y el CBD. Estos dos compuestos son conocidos por ofrecer una serie de propiedades beneficiosas para la salud y por su potencial para tratar gran variedad de enfermedades y dolencias. El THC también es responsable del colocón psicoactivo que se produce al fumar marihuana, por lo que es muy popular entre los fumadores de uso lúdico. El CBD ha ascendido a la fama como un elemento no-psicoactivo de la planta de cannabis y es legal en muchos países donde el THC es ilegal.
LA MARIHUANA ES MUCHO MÁS QUE THC Y CBD
A pesar de la popularidad de estos dos compuestos, las investigaciones sobre cannabis se han acelerado en las últimas décadas. Se han aislado cientos de compuestos de la planta de marihuana, de los cuales al menos 113 son cannabinoides, que pertenecen a la misma familia molecular que el THC y el CBD. Muchos de estos se han estudiado hasta cierto punto y 70 cannabinoides se han descrito con mayor detalle. Sin embargo, revelar su verdadero potencial depende de futuros estudios y análisis más profundos.
Los cannabinoides se encuentran en una resina viscosa producida por unas glándulas pequeñas con forma de seta, que se encuentran en las flores y hojas de las plantas de cannabis/cáñamo, conocidos como tricomas. Estas pequeñas fábricas químicas también son las encargadas de producir los terpenos, unas moléculas aromáticas que aportan a la marihuana sus aromas únicos y diversos.
¿QUÉ ES REALMENTE UN CANNABINOIDE?
Los cannabinoides son exclusivos de la marihuana y no se encuentran en ningún otro lugar de la naturaleza, haciendo que esta planta sea aún más única.
Algunos de estos compuestos están presentes en el cannabis crudo en su forma ácida. El THC se halla como THCA y el CBD como CBDA. Al aplicar calor, estas moléculas pasan por una reacción química donde se elimina un grupo carboxilo, resultando en la formación de THC y CBD. Este proceso se llama descarboxilación.
LOS EFECTOS VARIABLES
Los cannabinoides producen una serie de efectos, que pueden variar bastante a nivel fisiológico entre unos cannabinoides y otros. Dos aspectos que comparten la mayoría de cannabinoides son su potencial medicinal y su forma de interactuar con el cuerpo. La mayoría de cannabinoides activan unos receptores que se encuentran en el sistema endocannabinoide del cuerpo. Este mecanismo de acción es posible ya que su estructura es muy similar a la de los cannabinoides que se producen de forma natural en el cuerpo, conocidos como endocannabinoides.
El sistema endocannabinoide se compone principalmente de receptores CB1 y CB2, que están distribuidos por todo el cuerpo en las células del sistema nervioso y el sistema inmunitario.
CANNABIDIOL (CBD)
El CBD es el principal componente no-psicoactivo presente en los derivados del cannabis y el cáñamo. Tiene diferentes niveles de concentración en las cepas de marihuana desarrolladas con fines medicinales o recreativos, y también se extrae a partir de cáñamo industrial bajo en THC. El CBD ha ganado mucho terreno en el ámbito de la medicina/salud y el bienestar gracias a sus propiedades terapéuticas y su potencial medicinal, que cada vez están más documentados en la literatura científica.
Se ha mostrado que el CBD tiene efectos ansiolíticos, posiblemente debido a su acción sobre la región límbica y paralímbica del cerebro. También ofrece propiedades antiinflamatorias, antioxidantes e inmunomoduladoras. Las investigaciones también han descubierto efectos antiepilépticos/anticonvulsivos, descritos en gran cantidad de informes anecdóticos conocidos. El CBD también muestra actividad antitumoral en estudios de laboratorio.
Ante el reciente aumento de popularidad de este cannabinoide, los criadores están desarrollando variedades con niveles mucho más elevados de CBD y más bajos de THC. Algunas de las cepas más ricas en CBD disponibles en el mercado ofrecen un ratio CBD:THC de 1:1, son mucho menos psicoactivas y se usan a menudo para hacer extractos con fines medicinales. Hoy en día el CBD no-psicoactivo incluso se administra a mascotas, como un método seguro para aumentar su salud y bienestar diarios.
CBDA
El CBDA es el precursor ácido del CBD presente en la materia vegetal cruda y sin procesar, antes del proceso de descarboxilación. El CBDA fue descrito por primera vez en 1955 y fue el primer ácido cannabinoide en ser aislado. Hay una falta de estudios sobre las acciones completas del CBDA y se han realizado muy pocos análisis del compuesto puro para determinar sus efectos fisiológicos.
Se ha hallado que el CBDA ofrece propiedades antimicrobianas. En un estudio realizado sobre los componentes del aceite de semillas de cáñamo, los extractos que contenían niveles más elevados de CBDA mostraron tener unos efectos antimicrobianos más potentes. Sin embargo, se sabe que las semillas de cáñamo no contienen cannabinoides, por tanto se considera que en este caso el contenido de cannabinoides es resultado de una contaminación.
También se ha reportado que el CBDA ofrece efectos antiinflamatorios y antiproliferativos.
CANNABINOL (CBN)
El CBN ha jugado un papel crucial en el desarrollo de la ciencia cannábica: fue el primer cannabinoide en ser aislado de la planta de marihuana. Se descubrió en 1940. Curiosamente, el CBN no se forma mediante el proceso metabólico de la planta de cannabis. En cambio, este cannabinoide se forma debido a la degradación del THC producida durante el secado, almacenamiento y calentamiento. El CBN es suave a nivel psicoactivo, aunque podría desempeñar algún papel en los efectos producidos tras consumir marihuana. Es probable que el CBN interactúe con los efectos del THC y de hecho podría mediar sus efectos.
Además de sus mínimas propiedades psicoactivas, se ha descubierto que el CBN tiene varias cualidades que le confieren potencial medicinal, en consonancia con prácticamente todos los cannabinoides estudiados. El CBN produce unos efectos anticonvulsivos considerables, convirtiéndolo en un buen candidato a investigar para el desarrollo de terapias contra la epilepsia y las convulsiones.
El cannabinol también ofrece efectos sedantes, tiene la capacidad de reducir el ritmo cardíaco sin afectar al flujo coronario de sangre, inhibe la agregación plaquetaria y reduce la motilidad intestinal.
CANNABIGEROL (CBG)
El CBG es uno de los principales cannabinoides de la marihuana y debemos agradecerle la existencia de muchos de los cannabinoides que conocemos y utilizamos. De hecho, el CBG es el precursor de muchos otros cannabinoides, que a través de la actividad enzimática se convierte en THC, CBD y otros cannabinoides. Este es uno de los motivos por los que en el momento de la cosecha, el cáñamo contiene cantidades muy pequeñas de CBG, ya que las reacciones químicas han transformado esta molécula en otros miembros de la familia de cannabinoides.
Además de su importante función precursora, se ha descubierto que el CBG también tiene efectos terapéuticos cuando está en su forma original, previamente a la conversión. El CBG tiene una ligera afinidad con los receptores CB1, que equivale a la del CBD.
Se ha mostrado que el CBG posee una acción analgésica y antiinflamatoria, colocándolo en la misma categoría del CBD como cannabinoide no-psicoactivo con potencial terapéutico. Las investigaciones también han demostrado que el CBG tiene una función antitumoral e inhibe la agregación plaquetaria.
CANNABICROMENO (CBC)
Se han realizado muy pocos estudios sobre el CBC. Pero este cannabinoide en su forma ácida (CBCA) está presente en la marihuana en concentraciones considerables. El CBC tiene efectos sedantes y también ha mostrado tener algunos efectos analgésicos en ratones. Además podría ayudar a potenciar la acción analgésica del THC, cuando ambos cannabinoides se usan de forma combinada.
TETRAHIDROCANNABINOL (DELTA 9THC/DELTA 8THC/THCA/THCV)
El THC es uno de los cannabinoides más conocidos y es el principal responsable de los efectos psicoactivos del cannabis. El THC es tema de muchos debates y controversias en gran cantidad de países debido a su naturaleza psicoactiva y sigue siendo ilegal a pesar de sus propiedades medicinales.
El THC existe en varias formas diferentes. Antes de la descarboxilación, el THC se halla en su forma acídica: el THCA. El THCA es no-psicoactivo y ha demostrado tener efectos medicinales. Este ácido cannabinoide ofrece propiedades neuroprotectoras, por lo que es un gran candidato para el desarrollo de medicamentos para enfermedades neurodegenerativas. El THCA también produce efectos antiinflamatorios, antieméticos y antiproliferativos.
El THC se forma cuando el THCA es sometido a una fuente de calor adecuada, como durante la combustión al fumar. El THC, o delta-9-tetrahidrocannabinol, se une a los receptores cannabinoides CB1 y CB2. Se sabe que el THC ayuda a mantener los efectos sensoriales, somáticos y cognitivos en los humanos.
Los efectos psicoactivos del THC podrían ser terapéuticos para algunos fumadores, ya que algunos estudios muestran sus efectos potenciales ansiolíticos y antidepresivos.
El THC también es conocido por reducir la presión intraocular y mejorar la circulación sanguínea en los ojos, ofreciendo potencial terapéutico para los casos de glaucoma. Este cannabinoide también ofrece efectos inmunomoduladores, anticonvulsivos y antitumorales; y parece prometedor para tratar el síndrome del colon irritable y la enfermedad de Crohn.
El delta-8-THC es el isómero posicional del delta-9-THC. Tiene unos efectos fisiológicos similares, pero es menos potente a nivel psicoactivo. Se cree que este cannabinoide se produce de forma similar al CBN, es decir, que no se genera durante los procesos metabólicos de la planta de cannabis, sino que es el resultado de la degradación del delta-9-THC.
En estudios realizados con ratones, el delta-8-THC provoca un aumento del consumo de alimentos, así que posiblemente podría ser la causa de los “munchies”, el típico ataque de hambre tras consumir marihuana.
El THCV (tetrahidrocannabivarina) es similar al THC a nivel molecular, pero tiene una cadena lateral más corta. Las evidencias sugieren que el THCV se une a los receptores CB1 y CB2. Aunque las investigaciones aún están en sus fases iniciales, el THCV ha mostrado tener potencial medicinal y podría ayudar en el tratamiento de enfermedades como la epilepsia.