La salud es una cuestión de equilibrio: la homeostasis explicada
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¿Cuál es la definición de buena salud?
La búsqueda de una salud óptima nos suele conducir al gimnasio en enero, nos anima a probar la dieta de moda, y nos hace abstenernos de beber en exceso. Y aunque algunas de estas actividades nos ayudan a estar sanos, no existe ningún ejercicio, dieta ni suplemento que promueva un estado continuo de buena salud. Es posible tomarse un par de copas, saltarse alguna que otra sesión de gimnasio para ver una serie, y disfrutar de la comida basura ocasionalmente. ¿Por qué? Porque la buena salud es una cuestión de equilibrio, o en términos de fisiología humana, de homeostasis.
La homeostasis es equilibrio
La homeostasis se define como ”la tendencia hacia un equilibrio relativamente estable entre dos elementos interdependientes“. Suena muy bien, pero, ¿qué significa con respecto a nuestra vida diaria?
Piensa en el día y la noche. No puede ser de día sin el correspondiente período de noche. Si hubiese demasiada luz, tendríamos problemas para dormir y descansar. Y lo mismo ocurre cuando invertimos los términos. Sin luz, viviríamos en una oscuridad perpetua y las plantas morirían. La mejor situación es un equilibrio entra ambas, aunque, como es natural, siempre habrá períodos extremos, como el invierno o el verano. Este mismo principio se puede usar para tratar de entender qué es la homeostasis y cómo se consigue.
El cuerpo tiene un diseño complejo, y una pregunta muy común con respecto a la homeostasis es: ”¿En qué aspecto de nuestra fisiología debemos centrarnos?“. La homeostasis se mantiene en toda la fisiología. Los mecanismos que operan dentro del organismo necesitan unas condiciones equilibradas para estar en una forma óptima. Esta es la verdadera definición de buena salud, un estado en el que nuestro cuerpo gestiona todos los procesos internos en igual medida.
La homeostasis nos obliga a equilibrar diversos mecanismos
Retomando el ejemplo del día y la noche, aunque se adapta bien a la premisa básica de la homeostasis, no es totalmente exacto. Porque mientras que para el día y la noche solo se tiene en cuenta una variable, la homeostasis cuenta con cientos de mecanismos distintos que están estrechamente relacionados.
En lugar de tener un eje de equilibrio, tenemos varios. La siguiente imagen te ayudará a hacerte una mejor idea, es una representación de cómo funciona nuestra fisiología. Piensa en el sistema inmunológico como un móvil colgante.
Cada eje representa un proceso distinto. Los colgantes suspendidos de cada eje son nuestras moléculas de señalización, que le dicen al cuerpo lo que tiene que hacer según el sistema interno al que pertenecen. En el diagrama, el ejemplo es nuestro sistema inmunológico, y los colgantes, las citocinas - unas proteínas que les dicen a otras células lo que deben hacer.
Nuestro equilibrio interno cambia, pero eso no es malo
Si, por definición, la homeostasis es un estado de equilibrio, y el equilibrio es la clave para un cuerpo y mente sanos, ¿qué ocurre si inclinamos demasiado la balanza hacia un lado? Todos sabemos la respuesta. ¿Cómo te sentiste la última vez que tuviste un resfriado? ¿Cansado, congestionado, incapaz de concentrarte?
Veamos el diagrama de nuestra fisiología. En el lado derecho, uno de los colgantes está descontrolado, señal de que ha sido infectado con un virus, en este caso, del resfriado común. El colgante ha aumentado de tamaño, sobrecargando el sistema inmunológico. Ahora, en lugar de encontrarse en un estado de homeostasis, el móvil entero se ha desplazado hacia un lado, y continuará oscilando mientras el cuerpo intenta tratar la infección. Los síntomas que experimentamos como consecuencia de un resfriado están creados por este desequilibrio.
Para restablecer el equilibrio, nuestro sistema inmunológico deberá regularse y volver a un estado de homeostasis. Una vez que la infección haya sido tratada, cada eje dejará de fluctuar y se calmará, recuperando el estado de equilibrio. Nuestro cuerpo siempre intenta regresar a un estado de homeostasis de forma natural, pero su posición podría diferir de la de antes del resfriado. Esto se llama homeostasis dinámica. El cuerpo humano hace un excelente trabajo intentando mitigar estos desequilibrios y, a pesar de todo el movimiento que supone enfrentarse al problema, la mayoría de las veces, la armonía se acaba restaurando.
Los fármacos curan los síntomas, no los sistemas
Decimos la mayoría de las veces porque el resfriado común se puede curar sin necesidad de tomar suplementos ni medicamentos. No debemos evitar el consumo de fármacos en situaciones específicas, pero hay que tener en cuenta el efecto que tienen sobre la capacidad natural del organismo para recuperar la homeostasis.
En el mismo escenario anterior, hemos contraído un resfriado y nuestro sistema inmunitario se encuentra en desequilibrio. Varios colgantes se han descontrolado y todas las citocinas de nuestro sistema inmunológico están intentando restaurar la homeostasis. Pero esta vez, decidimos tomar un medicamento para tratar las células infectadas. La medicina funciona, pero ejerce una presión adicional sobre el eje de la célula que está tratando. Los fármacos están diseñados para curar los síntomas, pero no siempre los sistemas.
Ahora, en lugar de que todo el sistema inmunitario cambie para restaurar la homeostasis, cada eje empieza a ceder bajo la presión ejercida por el medicamento. Toda nuestra fisiología se encuentra bajo una presión enorme. Y si a esto le sumamos una complicación u otra infección, el peso será demasiado para nuestro ”móvil“. Uno de los ejes se rompe. El resto del sistema lucha desesperadamente para restaurar la homeostasis. Pero esta enorme oscilación puede tener consecuencias nefastas.
En la medida de lo posible, debemos ayudar al cuerpo a restaurar la homeostasis
Una dieta a base de plantas ricas en nutrientes y vitaminas, una forma física decente, un sueño adecuado, y el cuidado de la salud mental, son factores que ayudan al cuerpo a restaurar la homeostasis de forma natural. Al igual que en el ejemplo del día y la noche, no puedes tener uno sin el otro. Habrá períodos largos de oscuridad. La clave está en ayudar al cuerpo a recuperar su equilibrio natural lo más rápido posible. Nuestros diagramas se pueden aplicar a cualquier proceso fisiológico; el principio es el mismo. La clave de una buena salud está en el equilibrio.