Todo lo que necesitas saber sobre la Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII)
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¿Qué es la enfermedad inflamatoria intestinal?
La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) es una afección que existe en dos formas diferentes. La primera, la enfermedad de Crohn, es el resultado de la inflamación en todas las capas de nuestro intestino. La colitis ulcerosa se forma cuando la inflamación irrita el revestimiento interno del intestino grueso o colon. Ambas causan dolor y malestar a millones de personas en todo el mundo. Además, existen casos en los que la fuente de inflamación es una combinación de las dos circunstancias. Aunque es raro, esto se conoce como colitis indeterminada.
Las personas que viven con EII pueden tener cualquiera de los siguientes síntomas, todos con diferentes grados de gravedad: reducción del apetito, pérdida de peso inesperada, cansancio extremo, diarrea, dolor abdominal y sangre en las heces. Cuando los síntomas persisten, se considera que hay un brote.
En las situaciones más desfavorables, la EII durará décadas, convirtiéndose en una enfermedad crónica. Pero hay esperanza, porque, la afección se puede controlar con medicamentos destinados a rechazar la respuesta inmunitaria del organismo. Aproximadamente, en el 25% de los casos, la EII se diagnostica antes de cumplir los veinte años, aunque a algunas personas no se les diagnostica hasta los cincuenta. Dada la prevalencia de la enfermedad en los niños, les puede afectar considerablemente para vivir una vida adolescente normal.
Muchas personas asumen que la EII es el resultado de una mala alimentación: el abuso de comida basura y productos azucarados. Aunque ese tipo de alimentación no contribuye a un estilo de vida saludable, la causa de la EII en realidad es un sistema inmunológico sobreestimulado.
En una situación normal, nuestro sistema inmunológico se activa cada vez que se detecta una infección o una bacteria. Una respuesta inflamatoria de nuestro sistema inmunológico es una parte natural y necesaria de la supervivencia humana. La enfermedad intestinal inflamatoria aparece cuando nuestro sistema inmunológico se mantiene activado en exceso a pesar de que hay poca o ninguna infección o bacteria.
Uno de los desafíos más importantes de la EII es no saber cómo empieza o qué hace que se desencadene. Por lo tanto, el objetivo principal de los tratamientos será reducir la inflamación, reduciendo así los síntomas y restaurando una calidad de vida saludable para los pacientes.
Nuestro sistema inmunológico está involucrado
La dificultad en el tratamiento de la EII proviene de sus vínculos con el sistema inmunológico. Nuestro sistema inmunológico está integrado con algunas otras regiones de nuestro cuerpo, por lo que localizar con precisión el desencadenante concreto es un desafío muy importante para la medicina moderna. Dado que no sabemos qué causa el desarrollo de la afección, tampoco tenemos (todavía) una cura para la enfermedad inflamatoria intestinal. Aunque la EII puede ser difícil de tratar, eso no significa que no podamos aprender más sobre lo que ocurre dentro de nuestros cuerpos cuando se presenta la enfermedad.
La investigación preliminar apunta a dos tipos de problemas con nuestro sistema inmunológico. El primero, "respuesta inmunitaria", es muy parecido al ejemplo que usamos anteriormente. Nuestro sistema inmunológico está trabajando las 24 horas del día, tratando de lidiar con las infecciones, incluso cuando han pasado. El segundo, "autoinmune", es cuando nuestro sistema inmunológico se confunde. Puede ver las bacterias beneficiosas en nuestro sistema digestivo como una amenaza, en lugar de un beneficio, y comenzar a atacar. En términos generales, la enfermedad de Crohn está vinculada a situaciones de respuesta inmunitaria, mientras que la CU está estrechamente relacionada con los problemas autoinmunes.
Dos tipos de EII: la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa
Enfermedad de Crohn
A pesar de estar vinculadas a problemas con nuestro sistema inmunológico, hay algunas diferencias entre las dos enfermedades. La inflamación de Crohn se puede presentar en cualquier parte del tracto digestivo, desde la boca hasta el ano. Piensa en el camino que recorren por tu cuerpo los alimentos cuando comes, en cualquier punto de ese viaje la inflamación acumulada puede causar irritación y provocar los síntomas mencionados anteriormente.
Las complicaciones de Crohn incluyen el desarrollo de fístulas. Esto sucede cuando una úlcera conecta dos partes de la pared intestinal. El pasillo estrecho que se crea es muy propenso a las infecciones y a la formación de un absceso.
Colitis ulcerosa
La colitis ulcerosa suele estar más localizada. Tiende a causar un exceso de inflamación en el colon, en lugar de a lo largo del sistema digestivo. Los síntomas son muy similares a los de Crohn, pero son más agudos en la fase inicial de la enfermedad, en comporación con el malestar crónico asociado a la enfermedad de Crohn. A pesar de ello, la colitis ulcerosa es grave y crea una inflamación de larga duración. Un colon perforado es uno de los varios riesgos relacionados con la colitis ulcerosa. A menudo, la perforación está provocada por un ensanchamiento e hinchazón rápido del colon.