¿Qué dice la ciencia sobre el CBDV?
Publicado el:
¿Qué es el cannabidivarín (CBDV)?
Dado que tienen un nombre muy parecido, sería lógico pensar que el CBDV es lo mismo que su cannabinoide gemelo el CBD. Y en su mayor parte, esta suposición sería correcta. A nivel molecular, la estructura química del CBDV se parece a la del CBD. Pero si retrocedemos unos pasos en sus rutas anabólicas (las reacciones que crean los distintos cannabinoides), podemos identificar algunas de las principales diferencias que presenta el CBDV.
Debemos retroceder más o menos dos pasos para entender cómo se crea el CBDV. Uno de los cannabinoides originales, el CBGVA, reacciona ante la presencia de la enzima CBDA convirtiéndose en CBDVA. Aunque ahora nos encontramos más cerca, todavía tenemos que eliminar los compuestos ácidos para crear una cannabinoide más concentrado y estable. Cuando se aplica calor al CBDVA, se obtiene el compuesto en cuestión, CBDV. A pesar de que los científicos han tardado bastante en averiguar cómo se crea el CBDV, este cannabinoide ya ha captado la atención de la industria farmacéutica internacional.
¿Qué hace diferente al CBDV?
La principal razón del interés de las farmacéuticas en el cannabidivarín es la forma en que interactúa con nuestro cuerpo. Los dos cannabinoides más importantes, CBD y THC, provocan reacciones debido a la manera en que estimulan nuestro sistema endocannabinoide. Concretamente, se unen a/antagonizan los receptores CB1 y CB2 del cuerpo, que están vinculados al sistema endocannabinoide. El CBDV es único porque no causa una reacción en ningún tipo de receptor CB. En su lugar, el secreto del potencial terapéutico del CBDV proviene de la forma en que activa o desensibiliza nuestros canales receptores de potencial transitorio (canales TRP).
¿Qué son los canales TRP?
Una forma sencilla de entender los canales TRP es pensar en ellos como los cuadros de luces de un coche. Tu cuerpo es el coche, y las diferentes partes del motor son tus células. Nuestros canales TRP actúan como indicadores diseñados para controlar las diversas sensaciones que se dan en las células plasmáticas. Al igual que en un coche, si los canales TRP se inclinan hacia un extremo del indicador, significará que existe un problema. En un automóvil que sufre una avería, el indicador de temperatura alcanzará unas cuotas excesivas, o si empieza a funcionar mal, el indicador de presión estará fluctuando. Con los canales TRP ocurre algo parecido, ya que las células los utilizan para decidir qué medidas tomar cuando experimentan sensaciones como dolor, calor o presión.
No te dejes engañar por el nombre complicado de estos canales. Desempeñan un papel muy importante. Sin ellos, el cuerpo humano no podría medir numerosas sensaciones de forma precisa. Los canales TRP se clasifican en familias, dependiendo de en qué células plasmáticas se encuentren. Podrías estar preguntándote qué tienen que ver los canales TRP con el cannabinoide CBDV. ¿Recuerdas cómo los canales median en las sensaciones de las células?
Relación entre los canales TRP y la epilepsia
Cierta familia de canales TRP (TRPV1) está relacionada con la aparición de varios tipos de epilepsia. Cuando el indicador del TRPV1 se altera, hace que se envíen demasiadas señales a las células. La hiperexcitabilidad de estos canales contribuye a la convulsiones y a la actividad epiléptica. Y aquí es donde interviene el CBDV. Estudios preliminares han demostrado que unas dosis precisas de CBDV desensibilizan los canales TRPV1, proporcionando una actividad antiepiléptica. El CBDV calma los canales, restableciendo el equilibrio y evitando que se produzca un bombardeo de señales.
Los canales TRP se encuentran en todo el cuerpo, por lo que su mediación es de vital importancia. La recuperación del equilibrio, u homeostasis, es un proceso natural del organismo. Un sistema biológico equilibrado previene la aparición de numerosos trastornos dañinos. En el caso de los canales TRP, las enfermedades neurodegenerativas se han relacionado con ciertas mutaciones. Esto hace que la investigación del CBDV sea fundamental, ya que este cannabinoide podría tener un mayor efecto positivo en todo el cuerpo.
Relación entre el CBDV y el 2-AG
El segundo atributo más importante del CBDV es su capacidad para afectar a la producción de 2-araquidonilglicerol (2-AG), uno de los endocannabinoides del cuerpo. También es una característica que lo diferencia aún más del CBD. Al impedir la creación de la enzima diacilglicerol lipasa, el cuerpo no puede sintetizar el 2-AG como lo haría normalmente. Aunque se desconocen las implicaciones clínicas de la capacidad del CBDV para inhibir el 2-AG, esto no impide que el CBDV lleve a cabo sus funciones antiepilépticas.
Mejora de la absorción de los cannabinoides
Todos estos posibles usos del CBDV suenan muy bien, pero hay un problema: el CDBV tiene una solubilidad en agua muy baja, lo que significa que no es absorbido fácilmente por el cuerpo, y a menudo resulta destruido por las enzimas digestivas antes de que pueda surtir efecto. Cuando se toma CBDV por vía oral, solo llega al torrente sanguíneo menos de un 6%. Esto presenta un enorme desafío para las farmacéuticas. La eficacia real del CBDV podría fallar, no por sus propiedades, sino porque el cuerpo no lo absorbe bien.
Afortunadamente, existe una solución en forma de liposomas, que son unos pequeños protectores esféricos compuestos de fosfolípidos. Estos fosfolípidos trabajan en capas para poder administrar los medicamentos en dosis más concentradas. Al colocar un compuesto activo dentro de un liposoma, la sustancia química estará protegida durante su procesamiento por las enzimas digestivas del organismo. En el caso del CDBV, su baja solubilidad en agua puede ser anulada protegiendo el compuesto con liposomas. Este mismo enfoque también se puede aplicar a otros cannabinoides, mejorando su potencia (biodisponibilidad) y eficacia.
El futuro del CBDV
En estos momentos, los conocimientos que tenemos sobre el CBDV son muy limitados. Sin embargo, lo que se ha descubierto podría tener una importancia crucial para el tratamiento de varias afecciones. Afortunadamente, se trata de una perspectiva que comparten las empresas farmacéuticas, ya que este cannabinoide está ganando aceptación en los círculos académicos. Con la ayuda de investigaciones futuras, nuestra comprensión del verdadero potencial del CBDV es solo cuestión de tiempo.