¿Se convierte el CBD en THC dentro del cuerpo?
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¿Es cierto que el CBD se convierte en THC dentro del cuerpo?
A pesar de la atención que está recibiendo este tema, si observamos los estudios de manera aislada, no encontramos una conclusión objetiva. Para entender si existe riesgo de que el CBD se convierta en THC, debemos revisar todas las pruebas que se han publicado hasta la fecha. Afortunadamente, la Organización Mundial de la Salud, un organismo internacional dedicado al bienestar de la humanidad, ha reunido la información pertinente como parte de su análisis exhaustivo del CDB.
¿Qué estudios respaldan cada lado del debate?
Antes de ver los resultados, conviene definir los términos "in vivo" e "in vitro". El primero significa que el experimento se lleva a cabo dentro de un organismo biológico vivo. Puede tratarse de un ser humano, un animal o una planta. In vitro, por el contrario, significa que las pruebas se realizan en células o tejidos aislados que han sido extraídos del organismo vivo.
Estos términos van a desempeñar un papel fundamental en nuestra comprensión de los datos presentados. La idea de que el CBD se transforma en THC procede principalmente de estudios realizados in vitro, fuera de un organismo vivo.
Estudios in vitro
En la actualidad, hay dos estudios que indican que el CBD podría convertirse en THC. El primero utilizó fluido gástrico artificial, sin pepsina, para reproducir las condiciones que experimenta el CBD cuando se ingiere por vía oral. Los investigadores descubrieron que el delta-9-THC se encontraba presente con una tasa de conversión del 2,9% (CDB:THC).
Otro estudio parecido fue realizado en la Universidad de California en asociación con Zynerba Pharmaceuticals. En él, se expuso el CBD a un fluido gástrico sin enzimas durante tres horas. Los resultados mostraron que, después de 2 horas, el 98% del CBD se había degradado. La mayor parte de lo que quedaba era delta-9-THC y delta-8-THC. La muestra final fue analizada mediante cromatografía y espectrometría de masas para garantizar su exactitud.
Mientras que los resultados de ambos estudios parecen concluyentes, el CBD expuesto a un fluido gástrico artificial no actúa de la misma forma que lo hace dentro del cuerpo humano. En realidad, el ácido estomacal también contiene pepsina y varias enzimas, que pueden alterar la velocidad de descomposición y los compuestos que quedan al final. También se publicó una observación posterior indicando las posibles implicaciones de la conversión del CBD.
Bajo el título de "Conversión del cannabidiol tras su administración oral", sugería que la conversión del CBD es un proceso exclusivo que solo se produce cuando el CBD se ingiere por vía oral. El informe también planteaba que los resultados de los estudios in vivo anteriores podrían indicar que un nivel ínfimo de THC induce efectos secundarios psicológicos en el ser humano.
El problema de esta observación es que no es imparcial, ya que está respaldada por Zynerba Pharmaceuticals. Esta compañía está desarrollando un gel transdérmico de CBD, y cualquier resultado que muestre conclusiones desfavorables para la ingesta oral de CBD, es beneficioso para sus intereses.
Estudios in vivo
Una vez analizados los estudios in vitro, vamos a examinar los resultados de las pruebas realizadas con organismos vivos.
Hace poco, GW Pharmaceuticals realizó un estudio de las concentraciones gástricas y plasmáticas de cannabinoides en minicerdos. El principio que hay detrás de este estudio es el mismo que el del informe in vitro: identificar si el CBD se convierte en THC cuando se digiere. Esta vez, los resultados mostraron que, a pesar de que se administró a los sujetos 15mg/kg/día durante cinco días, no hubo ningún indicio que indicara la presencia de THC en las muestras de plasma recogidas.
La dosis de CBD utilizada fue considerablemente mayor que en estudios anteriores; y también mucho más alta que la que necesitarían ingerir la mayoría de consumidores humanos. La dosis equivalente para humanos sería de unos 1.000mg diarios, mucho más que la dosis recomendada de unas cuantas gotas al día. Dado que se utilizó una dosis exagerada y minicerdos como sujetos de prueba, los resultados se pueden considerar más concluyentes.
Los minicerdos se utilizan para realizar estudios relacionados con el tracto gastrointestinal porque comparten una mayor similitud con los humanos que las ratas. Tras la simulación del consumo de CBD y la supervisión del proceso digestivo, los resultados se ajustan más a los efectos del CBD en seres humanos. Pero también debemos señalar que, una vez más, este estudio no es totalmente imparcial. GW Pharmaceuticals está desarrollando productos con CBD para consumo oral.
Sin embargo, los resultados de GW Pharmaceuticals coinciden con otros estudios independientes en pacientes humanos. Un artículo publicado en el NCBI "no detectó plasma con delta-1-THC, el principal cannabinoide psicoactivo de la marihuana", en pacientes con la enfermedad de Huntington después de administrarles una dosis diaria de CBD. Además, un examen exhaustivo del 2017, concluyó que: "a pesar de una investigación intensiva, no detectamos ninguna conversión in vivo de CBD a THC".
Con las pruebas aportadas, la OMS ha llegado a una conclusión definitiva
Aunque la idea general del CBD transformándose en THC pueda parecer complicada, la mayoría de los estudios realizados con organismos vivos no muestran signos de conversión. Es cierto que hay zonas grises en ambos lados, ya que varios artículos se han publicado bajo la supervisión de compañías farmacéuticas. Pero, tras revisar estos hallazgos junto con investigaciones más concluyentes, la OMS ya tiene un veredicto final.
"En general, no hay pruebas de que se produzca esta transformación tras la administración oral de CBD en el ser humano". También añade que "no hay pruebas de que la administración oral del CBD en humanos resulte en un efecto parecido al THC clínicamente relevante".
Hasta que salgan a la luz nuevos estudios, o se lleve a cabo una investigación más extensa, podemos dar por sentado que el CBD no se convierta en THC cuando se consume y procesa en el sistema digestivo humano.