Mejora la meditación con CBD
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Parece que no importa dónde vayamos, el estrés nunca está lejos. Tanto si procede del trabajo, de la familia o simplemente del equilibrio delicado entre los compromisos económicos y emocionales, ¡la buena noticia es que no todo el estrés debe estresarnos! Existen varios métodos para ayudarnos a reducirlo, despejar la mente y restaurar el equilibrio.
Entender el estrés en la actualidad
En la época de la prehistoria, nuestra respuesta al estrés era una herramienta esencial en nuestra lucha por la supervivencia. Aunque ya no existe la amenaza de ser devorados por un montón de depredadores, la forma en que nuestro cerebro ha aprendido a lidiar con el estrés sigue siendo la misma. Además, aunque la parte lógica de nuestra mente nos dice que un plazo de entrega en el trabajo es mucho menos aterrador que ser atacados por un tigre diente de sable, el área de nuestro cerebro que controla el estrés no lo ve de esa manera.
No tiene sentido pensar que el estrés es algo que debamos eliminar. A corto plazo, nuestra respuesta al estrés nos ayuda a concentrarnos, nos da energía y nos hace estar más alerta: con tigre o sin él, son herramientas que nos conviene tener. Sin embargo, gracias a varios estudios se ha demostrado que el estrés crónico tiene consecuencias significativas en nuestra salud mental y física. Aquí es donde el control de nuestra respuesta al estrés se vuelve crucial. Para mantener el control y reducir los efectos del estrés persistente a largo plazo, es necesario encontrar una manera de convencer a nuestra respuesta al estrés de que no todos los problemas laborales, familiares o sociales requieren el mismo nivel de reacción.
Usar la meditación como un medio para condicionar nuestra respuesta al estrés
Desde que el budismo salió a la luz en el siglo V a. C., culturas de todo el mundo han utilizado la meditación como una forma para reorganizar sus pensamientos. Algunas personas piensan que la meditación se trata de convertirse en una persona diferente, pero en realidad, es un método para entrenar tu mente del mismo modo que entrenas tu cuerpo a través del deporte. En lugar de entrenar nuestros músculos para que sean más resistentes o más fuertes, estamos preparando a la mente para que sea más consciente de nuestros pensamientos y para que desarrolle puntos de vista más saludables y menos estresantes.
El concepto de la meditación se puede resumir en una palabra: atención plena. La atención plena se define como "un estado mental que se consigue al concentrar tu atención en el momento presente, al mismo tiempo que se reconocen y se aceptan con calma los sentimientos, pensamientos y sensaciones corporales".
Con solo leer la definición, enseguida comprobamos que la atención plena es precisamente lo opuesto a la forma en que nuestro cerebro reacciona de manera natural al estrés. Esto hace que la atención plena sea una herramienta increíblemente poderosa para controlar nuestra respuesta al estrés y mejorar la forma en que nos enfrentamos a situaciones estresantes. Lo maravilloso de la meditación, y de lograr un estado de atención plena, es que cualquier persona puede practicarla, en cualquier lugar, en cualquier momento. Pero no significa que te vayas a encontrar cómodo meditando desde el principio, se necesita práctica.
Existen varias formas de meditación, pero su objetivo principal es el mismo. Al concentrarnos en un solo elemento (normalmente la respiración, un mantra o la llama de una vela), podemos aprender a controlar la atención que le dedicamos a nuestros pensamientos, al mismo tiempo que reconocemos los sentimientos que nos pueden asustar o hacer sentir incómodos. Al aceptar que estos pensamientos existen (y existen, seas quien seas), podemos entrenar a nuestro cerebro para que sea menos reactivo ante ellos.
No solo el budismo y el espiritualismo creen en el poder de la meditación. En un estudio realizado por el laboratorio Brain, Belief and Behavior de la Universidad de Coventry, el equipo analizó 18 ensayos diferentes sobre los efectos que las diferentes prácticas meditativas tuvieron en el cuerpo humano. Aunque los métodos de meditación se mezclaron en los ensayos y el alcance de los pacientes también fue increíblemente diverso, los investigadores descubrieron un patrón.
Los genes relacionados con la inflamación se habían reducido en personas que practicaban algún tipo de intervención en la mente y el cuerpo. El factor de transcripción en cuestión, NF-κB, está involucrado en la regulación de la respuesta de nuestro sistema inmunitario a la infección y en la estimulación de la producción de citocinas proinflamatorias. Puedes leer más sobre el papel dañino que desempeñan las citocinas proinflamatorias aquí.
CBD y meditación: los dos tienen una relación sinérgica
No existe una solución única que valga para todos en lo que respecta al control del estrés. Suele ser más bien una combinación de prácticas. Incluso la meditación, que sabemos que cuenta con apoyo científico y empírico, requiere práctica y tiempo para ser efectiva. Sin mencionar el hecho de que un poco de estrés puede ser tan abrumador que la idea de sentarse para despejar tu mente parece imposible en ese momento. Es en estos casos cuando el CBD puede resultar muy útil.
El efecto del CBD sobre el estrés es bien conocido, y la versatilidad del cannabinoide muestra beneficios en nuestra reacción a los recuerdos traumáticos en ensayos con animales y humanos. A través de su interacción con el sistema endocannabinoide y otras vías moleculares, el CBD es capaz de eliminar nuestra respuesta al estrés para que podamos practicar la meditación cómodamente. Por separado, el CBD y la meditación son efectivos por sí mismos, pero juntos, podrían ser una solución poderosa para controlar el estrés y llevar un estilo de vida más saludable y satisfactorio.